jueves, 29 de abril de 2021

93 Metros

 


El pasado lunes eran asesinados en Burkina Faso el periodista David Beriaín y su colega fotógrafo Roberto Fraile.

David estudió en la Universidad de Navarra, donde para la revista Nuestro Tiempo de la misma Universidad respondió hace años a una entrevista. Allí empezaba recordando que un alemán dio una conferencia en la facultad y un chico le hizo una pregunta que no supo responder. A pesar de ser una autoridad, le dijo que no había investigado suficiente ese asunto. Aquello marcó su forma de entender el periodismo.

Pero lo que más me ha llamado la atención de sus respuestas es cuando explica por qué su productora se llama 93 Metros:

"Porque la fundamos cuando mi abuela murió.

 Mi abuela Juanita era la matriarca de los Beriaín. Murió con 98 años dejando tras de sí una huella de cariño y de entrega espectacular. Todos le teníamos devoción, con todo el sentido del nombre, y a mí, por ser el periodista, me tocó escribir unas palabras.

 Y noventa y tres metros es la distancia que hay entre la que era la puerta de su casa y el banco de la iglesia donde ella rezaba. No salía de allí nunca. Jamás.

 Por eso nos llamamos así, porque no nos olvidamos nunca de que a veces la historia más grande está en el lugar más pequeño. Hacemos historias grandes, épicas, de esas que importan, en sitios exóticos. Lo que pasa es que a los imbéciles como yo nos resulta más obvio contar una historia cuando nos explotan las cosas a los lados. Solo hay que darse cuenta de que a la vuelta de la esquina hay algo que contar. No hay historias pequeñas: hay ojos pequeños.

 A mi abuela le sobraron noventa y tres metros para encontrar su verdad. Yo he andado por más de noventa y tres países, y todavía no he conseguido hacer nada"

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En Nicaragua, como en otros lugares, cuando uno tiene grandes deseos de contar cosas a los familiares, amigos colegas...y no hay tiempo, trata de resumir anteponiendo ese "para no hacerte largo el cuento". Pero ni así...