lunes, 26 de octubre de 2020

La niñera de Carlo

 


Parte del camino espiritual que recorrió el joven Carlo Acutis, recientemente beatificado, estuvo marcado por la presencia de una persona a quien se la considera responsable de haberle guiado en sus primeros pasos en la fe.

Durante el breve periodo que Carlo pasó con su familia en Londres, antes de trasladarse a Milán, su niñera Beata fue quien apareció en su vida para acompañarle durante sus primeros pasos de la infancia. Una mujer católica muy devota de San Juan Pablo II.

Tal como Antonia, la madre del joven, ha relatado en varias entrevistas "Beata ha sido una de las primeras personas en hablarle a Carlo de Dios" De hecho fue quien lo acercó a la iglesia. El niño descubrió la fe gracias al amor que recibía de su niñera.

¡Cuántas personas aparecen en nuestra vida como ángeles en la tierra para ayudarnos a encontrar un camino de bien!

En el corazón de esta buena niñera estaban unos principios que Carlo tomaría... Y es que los niños tienen un gran potencial. Están menos influenciados por las cosas del mundo, gozan de una libertad especial y viven con menos ataduras... La espiritualidad es algo natural para los niños. Sienten una conexión con otros seres vivos. No hay imposibles. No tienen problemas para creer en cosas que no pueden ver porque en su mente pueden correr por el patio de la casa y pasar de una galaxia a la tierra en cuestión de segundos.

Ser una niñera es mucho más que cuidar niños. Estas personas con corazones maternales pueden hacer una verdadera diferencia, darles un valor agregado. Una canción, una comida, un poco de fe, un juego nuevo. Todos los que han tenido una buena niñera, recuerdan algo especial de ellas.

La fe es un don, pero también es un misterio que necesita dirección para que sea revelado completamente. La niñera de Carlo ha tenido un privilegio único de presentarle a Jesús, de modo que a partir de allí el niño pudo ir construyendo una relación con Él y sentir su presencia revelándose en lo ordinario de su vida cotidiana.

En un mudo de constante cambio, los niños están expuestos a muchas ideas y cosas materiales. Al enseñarles a comunicarse con Dios, podemos abrirles la puerta a un mundo más completo y rico con las virtudes que los harán más fuertes, que cuenten con recursos importantes en los momentos de desafíos, que puedan aspirar a las cosas grandes, alentarlos a soñar y saber que no están solos. En definitiva a encontrar el Amor.

El encuentro promovido por una niñera y vivido por un joven, ha provocado estos días que miles de personas se acerquen a Jesús. 

Sin importar de dónde sean, contar con alguien que haga visible y facilite ese encuentro de amor, es un verdadero regalo

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En Nicaragua, como en otros lugares, cuando uno tiene grandes deseos de contar cosas a los familiares, amigos colegas...y no hay tiempo, trata de resumir anteponiendo ese "para no hacerte largo el cuento". Pero ni así...