viernes, 1 de febrero de 2019

Tierra Santa: Saxum


Antes de terminar esta estancia en Israel, quiero comentar algo sobre Saxum, la casa que nos ha acogido durante estas tres semanas.

San Josemaría tenía un sueño que se ha hecho realidad: Poder disponer de un centro de formación en Tierra Santa para que muchos pudieran pasar unos días aquí siguiendo las huellas de Nuestro Señor.

Él mismo hubiera querido viajar a Tierra Santa, pero no pudo hacerlo. Fue su sucesor al frente del Opus Dei, el beato Álvaro del Portillo, quien impulsó la realización de ese deseo que tanto bien supone para los peregrinos a Tierra Santa.

Desde hace poco más de un año han comenzado las actividades en esta casa, después de innumerables esfuerzos para encontrar los terrenos, para la construcción y para que un grupo de personas de la Obra se dediquen a dar vida en este centro.


¿Por qué se llama Saxum?

Porque así es como llamaba san Josemaría al beato Álvaro: Saxum! palabra latina que significa "roca" Y de verdad que se fortalece la fe aquí.

Ya antes de llegar, por las fotos, me extrañaba el tipo de construcción de Saxum. Pero una vez aquí, enseguida comprendí: Todas las casas son de piedra trabajada, todo es de un mismo color, el crema pálido de la piedra. Jerusalén y sus alrededores son así.

El lugar principal de la casa es, sin duda, el Oratorio, donde no hay unas huellas del Señor, sino Jesús mismo en el Sagrario. El retablo es de estilo oriental, como iconos, centrado en la crucifixión.


Me llama la atención el soldado allí representado, Longinos, que para los orientales es santo. Por eso se le ve con aureola


El ambiente de la casa es muy familiar, a pesar que la legislación israelí exige muchos condicionamientos para residencias grandes. Hay muchos detalles decorativos entrañables


Y en muchos rincones de la casa imágenes de la Virgen que te roban la mirada y te recuerdan que estás en la Tierra de Jesús, en la Tierra de María



Las habitaciones, además de numeradas, se identifican con el nombre de alguna de las poblaciones de Tierra Santa. No quiero contarles la que me tocó a mí porque eso es otra historia. No es Nazaret.


Y la convivencia ha sido deliciosa. Muchas tertulias contando de Brasil, Argentina, Perú, Uruguay, Bolivia, Portugal... y, por supuesto, de lo que íbamos viviendo cada día. Todavía no nos hemos ido y ya empezamos a sentir nostalgia de este lugar en pleno camino de Emaús.

Emaús es el mundo entero, decía san Josemaría.

Norberty, un brasileño-japonés quiso ir haciéndose un selfie con cada uno de los 43 participantes en el curso


Las mujeres que atienden la administración doméstica de Saxum han contribuido como nadie a este ambiente tan familiar y alegre. Nos sorprendieron con algunas comidas árabes, exóticas para nosotros. Pero tampoco faltó algo más usual y apetecido, sobre todo en algún cumpleaños que celebramos


Hay muchísimas cosas más, pero no quiero hacer largo el cuento... 

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En Nicaragua, como en otros lugares, cuando uno tiene grandes deseos de contar cosas a los familiares, amigos colegas...y no hay tiempo, trata de resumir anteponiendo ese "para no hacerte largo el cuento". Pero ni así...