martes, 9 de octubre de 2018

Luz para ver, fuerza para querer


En pleno Sínodo sobre "los jóvenes, la fe y el discernimiento vocacional" sirve meditar despacio estas consideraciones de Mons. Fernando Ocáriz:

"Pensando en tantos jóvenes que desean secundar los planes de Dios, pidamos que reciban no sólo luz para ver su camino, sino también fuerza para querer unirse a la voluntad divina.

Ayudará pensar que cuando Él pide algo, en realidad está ofreciendo un don. No somos nosotros quienes le hacemos un favor: es Dios quien ilumina nuestra vida, llenándola de sentido.

Ojalá que jóvenes y adultos comprendamos que la santidad no sólo no es un obstáculo a los propios sueños, sino que es su culminación. Todos los deseos, todos los proyectos, todos los amores pueden formar parte de los planes de Dios.

La vida cristiana no nos lleva a identificarnos con una idea, sino con una persona: con Jesucristo. Para que la fe ilumine nuestros pasos, además de preguntarnos: ¿quién es Jesucristo para mí?, pensemos: ¿quién soy yo para Jesucristo?

Descubriremos así los dones que el Señor nos ha dado, que están directamente relacionados con la propia misión. Así madurará más y más en nosotros una actitud interior de apertura a las necesidades de los demás, sabremos ponernos al servicio de todos y veremos con más claridad cuál es el lugar que Dios nos ha confiado en este mundo"

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En Nicaragua, como en otros lugares, cuando uno tiene grandes deseos de contar cosas a los familiares, amigos colegas...y no hay tiempo, trata de resumir anteponiendo ese "para no hacerte largo el cuento". Pero ni así...