viernes, 14 de octubre de 2016

¡Porque pa quererlo, hay que rosarlo!


Pedro Poveda, Josemaría Escrivá... Y ahora Manuel González, quien fuera obispo de Málaga y Palencia, va a ser canonizado el próximo domingo en Roma por el papa Francisco.
Santos sacerdotes a los que les unía una gran amistad.

Del nuevo santo, san Josemaría lo veneraba muy especialmente por su intensa devoción a la Sagrada Eucaristía. De él y de sus escritos utilizaba en su predicación anécdotas y expresiones:

"...un Obispo muy santo, amigo mío, en una de sus incesantes visitas a las catequesis de su diócesis, preguntaba a los niños por qué, para querer a Jesucristo, hay que recibirlo a menudo en la Comunión. Nadie acertaba a responder. Al fin, un gitanillo tiznado y lleno de mugre, contestó: '¡Porque pa quererlo, hay que rosarlo!'..."

"Nosotros lo rozamos -concluía- cada día en nuestros tiempos de meditación, que son un verdadero contacto con Nuestro Señor y, de modo aún más íntimo, también cada día, en la Sagrada Eucaristía"

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En Nicaragua, como en otros lugares, cuando uno tiene grandes deseos de contar cosas a los familiares, amigos colegas...y no hay tiempo, trata de resumir anteponiendo ese "para no hacerte largo el cuento". Pero ni así...