Al tener oportunidad de platicar con muchas gentes te enteras de cosas simpáticas y curiosas. Hace poco me contaba Javier que su profesión de anestesiólogo fue de las primeras en ejercerse. El mismo Dios la aplicó al primer hombre: "Entonces el Señor Dios infundió un profundo sueño al hombre y éste se durmió; tomó luego una de sus costillas y cerró el hueco con carne..."
Paso buenos ratos con Javier, excelente profesional.
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