Nuestra Señora recomendó el santo Rosario a los tres pastorcillos. Francisco, como se le hacía pesado, abreviaba las avemarías diciendo sólo: "Dios te salve, María...Dios te salve María..."
Pero si yo tuviera que abreviar el avemaría me quedaría con: "El Señor es contigo...El Señor es contigo..."
Jesús en su seno, y después y siempre el Espíritu Santo, Señor y Dador de Vida, con Ella.
Si se lo repetimos al saludarla, probablemente puedas recibir de Ella una respuesta semejante: El Señor también quiere estar contigo...en esa circunstancia, en ese trabajo, en esa preocupación, en aquella alegría...
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