"Yo le contaba mis enfados por algún detalle familiar, y cuando le pregunté: ¿tú nunca te enfadas? ella me reveló: bueno, me callo (hizo un gesto de tragar saliva) y doy un saltito"
Ese saltito hacia la caridad, hacia la santidad...
En Nicaragua, como en otros lugares, cuando uno tiene grandes deseos de contar cosas a los familiares, amigos colegas...y no hay tiempo, trata de resumir anteponiendo ese "para no hacerte largo el cuento". Pero ni así...
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