lunes, 18 de julio de 2011

Mieses



Va Jesús con sus discípulos por tierras de Galilea. Atraviesan un trigal cuajado de mies. La paz inunda el paisaje. Jesús mira las espigas doradas que se curvan al peso del grano y piensa en silencio. Va haciendo silenciosamente su oración... A su lado caminan los discípulos. Algunos se quedan rezagados. Tienen hambre y estrujan entre las palmas de sus manos las espigas para tomar luego sus granos maduros.
Jesús levanta la mirada del trigal, y con el pensamiento puesto en otro, inmenso, casi infinito trigal, se vuelve a sus discípulos y les habla: "La mies es mucha y los obreros pocos" (Lc. 10, 2)

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En Nicaragua, como en otros lugares, cuando uno tiene grandes deseos de contar cosas a los familiares, amigos colegas...y no hay tiempo, trata de resumir anteponiendo ese "para no hacerte largo el cuento". Pero ni así...