domingo, 10 de abril de 2011

Betesda



"Hay en Jerusalén, junto a la puerta de las ovejas, una piscina llamada Betesda, en hebreo, con cinco pórticos, bajo los cuales yacía una multitud de enfermos... Entre ellos estaba un hombre que llevaba treinta y ocho años enfermo.
Al verlo ahí tendido y sabiendo que ya llevaba mucho tiempo en tal estado, Jesús le dijo: ¿Quieres curarte?" (Juan, 5,2-6)

Comenta San Agustín: "Aunque yacían tantos enfermos, sólo cura a uno, a pesar de que podía hacerlos andar a todos con una sola palabra. ¿Qué se deduce de esto sino que aquel poder y aquella bondad miraban más a que las almas entendiesen en los hechos de Jesús el sentido que tienen en orden a la salvación eterna que a lo que los cuerpos conseguían con la salud corporal?"

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En Nicaragua, como en otros lugares, cuando uno tiene grandes deseos de contar cosas a los familiares, amigos colegas...y no hay tiempo, trata de resumir anteponiendo ese "para no hacerte largo el cuento". Pero ni así...