En el último número de la revista universitaria Nuestro Tiempo aparece una entrevista al Doctor Ignacio Lucas.
Se cuenta allí que hay enfermos a los que ha curado a base de abrazos. Él no lo niega: "Soy de por sí muy cariñoso... Sí doy muchos abrazos, porque tengo un carácter mediterráneo, expansivo, soy levantino hasta la médula y, no solo no me cuesta ni está estudiado, sino que me sale con toda espontaneidad."
Ya jubilado, aunque dice que la palabra "jubilación" habría que desterrarla, porque de júbilo no tiene nada, sigue en contacto con algunos enfermos. "Todos tienen el teléfono móvil y el fijo. A veces, cuando me llaman, me dicen: 'perdona que te moleste', pero lo que me molestaría es que no me llamaran..."
En la foto, el Mar Menor, desde La Manga.
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