Dentro del marco del año sacerdotal hemos tenido, los sacerdotes de Nicaragua, un curso sobre el Sacramento de la Confesión, impartido por el P. Carlos Encina, oficial de la Penitenciaria Apostólica de Roma, que es el organismo más antiguo de la Curia Romana, tribunal para el fuero de la conciencia.
Todos quedamos muy contentos con las conferencias del expositor, pues resaltaron la delicadeza y el amor maternal con el que la Iglesia trata los temas referentes al ámbito interno, siempre pensando en la salvación de las almas.
Cogido al vuelo en una de las charlas: "El sacerdote debe amar a Dios sobre todas las cosas y amar a los hombres y a las demás cosas creadas como las ama Dios y en la medida en que Él las ama".
Y también: "Hay instrumentos para medir la velocidad, la temperatura... el amor se mide por la capacidad de sacrificio hacia la persona amada".
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