sábado, 15 de octubre de 2022

Santa Teresa de Ávila

 


Este óleo sobre lienzo fue pintado por Jusepe de Ribera en 1644

En esta pintura, el Espíritu Santo, representado como una paloma, inspira los escritos y las acciones de esta monja y teóloga espiritual del siglo XVI, la gran Teresa de Jesús, que reformó un gran número de conventos carmelitas en su España natal.

Su pobreza de vida y la sencillez de sus propósitos se expresan en los colores lisos de su hábito religioso, que también se reflejan en el color marrón liso que hay detrás de ella.

Nuestra atención se centra en su rostro luminoso y vivo, con los ojos fijos en el Espíritu que la inspira. La calavera sobre su mesa le recuerda a ella y a nosotros la muerte de la que sólo Dios puede redimirnos; los tomos que hay debajo y al lado representan probablemente la sabiduría de los Padres de la Iglesia, como Agustín, que alimentaron la comprensión de Santa Teresa de la vida espiritual.

Su fe en Dios se resume en la oración que se encuentra en su breviario y que ahora se conoce como su marcador:

Nada te turbe; nada te espante; todo se pasa; Dios no se muda, la paciencia todo lo alcanza, quien a Dios tiene nada le falta. Solo Dios basta.


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En Nicaragua, como en otros lugares, cuando uno tiene grandes deseos de contar cosas a los familiares, amigos colegas...y no hay tiempo, trata de resumir anteponiendo ese "para no hacerte largo el cuento". Pero ni así...