Meditación

 

Según el Catecismo de la Doctrina Cristiana hay tres modos de orar que son la oración vocal, la meditación y la contemplación.

Ricardo Sada explica muy bien en su último libro lo que es la meditación: "Cuando buscamos la respuesta a alguna cuestión difícil, recurrimos al Señor para oír su parecer sobre aquello. Hacemos entonces oración de meditación. También cuando formulamos propósitos, o cuando nos examinamos en la presencia de Dios..."

En la meditación buscamos a Jesús de Nazaret, el Hijo de Dios hecho hombre, nacido de María siempre Virgen. Intentamos traerle con nuestra fe y nuestro amor del pasado histórico (hombre que vivió en Palestina en fecha remota), para encontrarle presente y actuante en nuestro día de hoy. O bien, bajarle del cielo donde está a la derecha del Padre, a este instante nuestro, que es el suyo, hasta oír el jadeo de su respiración y el palpitar de su pecho.

Estas consideraciones nos pueden ayudar mucho siempre que empecemos un rato de meditación, cuando decimos al comenzar como acostumbramos: Señor mío y Dios mío, creo firmemente que estás aquí...