lunes, 1 de agosto de 2022

Boda vikinga


 El pasado 9 de julio tuve una acontecimiento nuevo y bonito. Celebré la Boda de mi buen amigo Federico con Birte, una noruega encantadora.

Federico es un aventurero y Birte también. Es la unión de un cálido nicaragüense con una chica nórdica: ¡cómo actúa Dios!

Birte no es católica, así que hubo que pedir las dispensas oportunas, porque Federico sí quería casarse por la Iglesia recibiendo el Sacramento del Matrimonio. Birte aceptó y ambos se comprometieron a bautizar y educar en la fe católica a los hijos que Dios les dé.


Como preparación para la boda tuvimos oportunidad de conversar largamente y en muchos encuentros con ella y con él. Nos entendimos muy bien y disfrutamos considerando la belleza del amor esponsal, el compromiso de fidelidad ante Nuestro Señor Jesucristo, el valor de la familia y muchas cosas más.


Y llegó el gran día. Desde Noruega vinieron a Nicaragua no sólo los padres y hermanos de Birte, sino también un grupo numeroso de amigos y amigas, ¡unos 30 vikingos!

Eligieron para casarse la iglesia del pueblito de San Juan de Oriente. "Famoso por sus artesanías -dije en la homilía- verdaderas obras de arte, llenas de belleza y colorido, trabajadas a mano con mucho amor por auténticos artistas, que nos hacen pensar en la gran obra del universo. Desde la cantidad de estrellas que adornan el firmamento, hasta las flores de un pequeño jardín. Desde la brisa suave y el olor del mar penetrando por esos fiordos noruegos, hasta el aroma de los granos de nuestro café nicaragüense. Y todo para disfrute del ser humano. Para poder compartir y estar juntos. Esa es la mayor obra de arte: el Amor. ¡Qué bueno es el Autor de esta obra de arte! ¡Qué bueno es Dios!"


Todos los venidos de Noruega, inconfundibles, siguieron con mucha atención, respeto y alegre emoción la liturgia. Se les facilitó la traducción de las lecturas. Y en la homilía, Jhony, el hermano de Federico, iba diciendo en inglés lo que yo comentaba en español.


¡Hasta me atreví a decir al final unas palabras en noruego! Fue divertido porque en los días anteriores Birte me había estado dando clases de fonética para que sus paisanos nórdicos entendieran algo de lo que quería decirles: 

"Muy queridos padres, hermanos, familiares y amigos de Birte, felicidades y gracias por haber venido hasta Nicaragua. El amor de estos nuevos esposos nos une también a todos nosotros. Así haremos un poco mejor este mundo tan distinto y tan igual. Gracias. Les queremos de corazón".

Hubo muchas anécdotas y cosas para contar, pero ahora referir sólo la buena idea del párroco de, en el momento del consentimiento de los novios y declararlos marido y mujer, comenzar a tocar las campanas a voleo. Me fijé cómo en la puerta de la iglesia muchos niños que se asomaban curiosos desde el parque saltaban y se abrazaban contentísimos.


Ya regresaron los vikingos a la Escandinavia. Federico y Birte se quedan en la isla de Ometepe, en el lago grande de Nicaragua.

Recordarles para terminar, así como a todos los novios y jóvenes matrimonios que ya tienen una misión en la vida: quererse y dedicarse al otro, aprendiendo cada día. Y lo mismo con los hijos cuando vengan. Y lo mismo con la sociedad, como buenos ciudadanos cristianos. Pidiendo ayuda a Dios.


Me lo regalaron para que no se me olvide esta boda vikinga.


3 comentarios:

Charlie dijo...

Pero que acontecimiento!Usted en ese país, que sabemos cómo "anda",da la alegría a todos,y ha realizado un sacramento ,con la consecuente visión a los vikingos,maravilloso nuestro D.Alfredo,y sus sorpresas!Bieeeeeeeeeeen,vivan los novios!!!!!!

Carlos Zuniga dijo...

Que increible son los caminos de Dios. Muy bonita su publicacion padre que bendicion para este nuevo matrimonio. Un fuerte abrazo para usted en el dia del Cura de Ars y para todos en Villa Fontana. Me hacen mucha falta.

Anónimo dijo...

Precioso testimonio como el amor que es Dios vota fronteras y une corazones: el cielo es de los que saben amar y no se cansan de hacerlo siempre. Dios bendiga en este día su ministerio Padre Alfredo y Dios bendiga La Obra.

En Nicaragua, como en otros lugares, cuando uno tiene grandes deseos de contar cosas a los familiares, amigos colegas...y no hay tiempo, trata de resumir anteponiendo ese "para no hacerte largo el cuento". Pero ni así...