Jorge Palarea

Hace varios días que no escribo en el blog y tengo bastantes temas que comentar, pero ahora no puedo dejar de recordar a Jorge Palarea, quien falleció ayer en San José de Costa Rica, después de algunas semanas hospitalizado.

He tratado y admirado a Jorge desde que llegué a Centroamérica. ¡Todo un campeón! Además fue viajero conmigo a Tierra Santa en enero de este año.

Jorge ha sido siempre un aventurero de verdad. He releído con gusto y sonriendo las páginas del libro que escribió en su momento don Antonio Rodríguez sobre el inicio del trabajo del Opus Dei en estos países de América Central. El libro se titula "Un mar sin orillas" y dedica varias páginas a Jorge "con el teodolito al hombro"

Y es que, en plena selva guatemalteca del Petén, allá por 1957, Jorge recordaría la propuesta que ya se había insinuado antes y que fue rechazada en un principio. Así lo cuenta:

"Un día, cuando avanzaba por la selva, abriéndome paso en medio de una ciénaga, con el teodolito al hombro, pensé: 'todo esto se lo estoy ofreciendo a Dios; pero el que no me estoy ofreciendo soy yo; y eso es, precisamente lo que Dios quiere de mí'. Aquel pensamiento repentino me asustó. Fue como un latigazo: como una sacudida interior. Una moción clarísima del Espíritu Santo. Y en ese momento, vi, de repente, que tenía que entregarme a Dios en el Opus Dei. ¡Y enseguida!"

Y más adelante continúa narrando:

"Al regresar, mis amigos bromeaban conmigo: decían que mi vida se dividía en dos partes: pre-Petén y post-Pretén. Es verdad: fue en el Petén donde Dios me cambió por dentro.
Al volver me di cuenta de mi responsabilidad: era uno de los primeros en pedir la admisión en el Opus Dei. ¡Ésta sí que es una aventura maravillosa!, pensé. Ahora me tocaba ser 'brechero', abrir brecha en la implantación del Opus Dei en Centroamérica"

Y así ha sido hasta ayer... y hasta siempre...

(La foto está tomada en el Monte Tabor, donde la Transfiguración del Señor: ¡Qué bien se está aquí!)