lunes, 27 de octubre de 2014

Sticker


El semáforo se puso amarillo justo cuando él iba a cruzar en su automóvil y, como era de esperar, hizo lo correcto: se detuvo en la línea de paso para los peatones, a pesar de que acelerando podría haber rebasado.
La mujer que estaba en el automóvil de atrás estaba furiosa. Le tocó la bocina por un largo rato e hizo comentarios negativos en alta voz, ya que por culpa suya no pudo avanzar y para colmo se le cayó el celular.
En medio de su pataleta oyó que alguien le tocaba el cristal del lado. Allí parado junto a ella estaba un policía mirándola muy seriamente. El oficial le ordenó salir de su carro con las manos arriba, y la llevó a la comisaría donde la revisaron de arriba abajo, le tomaron fotos, las huellas dactilares y la pusieron en una celda.
Después de un par de horas, un policía se acercó a la celda y abrió la puerta. La señora fue escoltada hasta el mostrador donde el agente que la detuvo estaba esperando con sus efectos personales: "Señora, lamento mucho este error" le explicó el policía.
"Le mandé a bajar mientras usted se encontraba tocando la bocina fuertemente, maldiciendo, gritando improperios y diciendo palabras soeces. Mientras la observaba me percaté que de su retrovisor cuelga un rosario, que en su carro tenía varios sticker (pegatinas) con símbolos cristianos: 'Yo amo a Jesús', el emblema del pez... Como es de esperarse, supuse que el auto era robado"

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En Nicaragua, como en otros lugares, cuando uno tiene grandes deseos de contar cosas a los familiares, amigos colegas...y no hay tiempo, trata de resumir anteponiendo ese "para no hacerte largo el cuento". Pero ni así...