Veamos ahora el n. 19 de la Verbum Domini.
Dos conceptos son clave para acoger la Escritura Santa como Palabra de Dios y no como objeto de curiosidad histórica o científica. Y son dos conceptos imbricados: "inspiración" y "verdad" de las Escrituras.
Del mismo modo que el Verbo se hizo carne en el seno de María por la acción del Espíritu Santo, la Palabra de Dios se hace libro en el seno de la Iglesia por la acción del mismo Espíritu Santo.
Aunque reconocemos la importancia del autor humano, el verdadero autor es Dios.
La foto la mandó l'abbé Quirós, desde Monkole.
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