Seguimos comentando la Verbum Domini, ahora con el número 14
¿Y las revelaciones privadas?
Pienso que son como los afluentes del gran río Congo.
Aunque en algún caso sean navegables, su función, como ha dicho el Sínodo "no es la de completar la Revelación definitiva de Cristo, sino de ayudar a vivirla más plenamente en una cierta época de la historia".
Jesucristo es la Palabra definitiva de Dios.
Pero, atención amigos, a no imaginar esa palabra como algo macizo, como el "ya sabemos todo" de Hegel. La Palabra es fuego. El ritmo eterno, escatológico, es crepitación de Amor.
Las revelaciones privadas pueden alimentar la fe, la esperanza y la caridad, la vía permanente de la salvación, pero no es necesario usarlas.
Lo único necesario es la Eucaristía.
(En la foto, el gran río Congo, el mayor de África)
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