viernes, 15 de octubre de 2010

Nada te turbe

Cuentan que una vez Santa Teresa de Ávila, la de el "nada te turbe/nada te espante/todo se pasa/Dios no se muda/la paciencia todo lo alcanza/quien a Dios tiene nada le falta/solo Dios basta", se encontraba entre fogones. Con la mala suerte que se quemó. Sus gritos se oían por todo el convento. A su lado, una joven novicia no salía de su asombro. No sabía qué hacer y, sin más, le "soltó": "Madre, Madre, acuérdese: nada te turbe, nada te espante...". A lo que la santa, de inmediato, cortó diciéndole: "¡calle, calle, hermana, que no estamos ahora pa' coplillas".

1 comentario:

Franklin dijo...

Jajajajajaja mi querido Padre, ahí es donde nos damos cuenta que los santos son de carne y huesos como nosotros, y por ello debemos tomar valor como nos enseña San Josemaría de saber lo que la gracia de Dios y su correspondencia de nuestra parte puede hacer en nosotros para llegar a ser SANTOS, así como San Pedro(el que lo negó), San Tomas(el que dudó), San Pablo( que lo persiguió).... Y tantos ejemplos más que nos demuestran que como usted siempre nos comparte en las meditaciones( martes a las 7 pm por si alguien se quiere apuntar.. :) ) que ser santos NO es algo de súperman es nuestro llamado a corresponder al amor del Señor!!

En Nicaragua, como en otros lugares, cuando uno tiene grandes deseos de contar cosas a los familiares, amigos colegas...y no hay tiempo, trata de resumir anteponiendo ese "para no hacerte largo el cuento". Pero ni así...