Tuvo lugar, en el Colegio Altamar de Managua, el final de curso con una fiesta simpatiquísima entre los pequeños alumnos. La alegría reinante es un reflejo de lo que es habitual durante todo el año en este centro educativo.
"La alegría es consecuencia necesaria de la filiación divina, de sabernos queridos con predilección por nuestro Padre Dios..."
En la foto, tres niños de Altamar.
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