lunes, 22 de junio de 2009

Compiègne

Releyendo los "Diálogos de carmelitas" de Bernanos, destaca la intervención del capellán de aquel monasterio de Compiègne.

- Sor Saint Charles: ¡Dios mío! No pido otra cosa que el señor capellán se encuentre en nuestro camino.

- Escena XVII: Las carmelitas descienden de la carreta al pie del cadalso. En la primera fila de la compacta multitud se reconoce, cubierto con el gorro frigio, al sacerdote que murmura la absolución, hace un leve signo de la cruz y desaparece rápidamente. Inmediatamente las Hermanas entonan el Salve Regina, luego el Veni Creator. Sus voces son claras y firmísimas.

Lo he asociado con la parte de la Carta del Papa sobre el Año sacerdotal, donde dice recordando al Santo Cura de Ars: "¿Quién preparará el alma para comparecer ante Dios, lavándola por última vez en la sangre de Jesucristo? El sacerdote"

En Nicaragua, como en otros lugares, cuando uno tiene grandes deseos de contar cosas a los familiares, amigos colegas...y no hay tiempo, trata de resumir anteponiendo ese "para no hacerte largo el cuento". Pero ni así...