martes, 2 de noviembre de 2021

Conchita C-13: Difuntos

 

Adelanto a día de hoy, día de los difuntos -más bien día de los vivientes- la nueva carta hacia el Cielo de mi hermano Fede, desde el Congo para mi madre Conchita.

 

Kinshasa, 2 de noviembre de 2021

Mamaica mía:

En las Misas que he celebrado esta mañana, he hablado de ti. Porque los difuntos estáis vivos.

Varias veces me dijiste que, tras tu partida, ofreciera Misas por ti, para pasar poco tiempo en el Purgatorio.

 Me han preguntado cómo se mide el "tiempo" del Purgatorio. Ya me dirás si he contestado bien.

Cuando explico el Purgatorio me gusta utilizar el relato de Bartimeo, el ciego que mendigaba en Jericó. Cuando abrió los ojos, lo primero que vio fue la cara alegre de Jesús. Morir es eso: ver la cara alegre de Jesús. Pero también nos daremos cuenta de que ese rostro tiene sangre, y tiene espinas, y tiene dolor. ¿Por qué? Por mis pecados. El sufrimiento al ver el dolor de Jesús, me purifica (eso es el Purgatorio). La pena será más grande según la gravedad de mis pecados.

Luego el "tiempo" del Purgatorio no es un tiempo extendido sino más o menos intenso. Un tiempo "intensivo"

Tú ya viste, al despertar, las Misas que voy ofreciendo por ti, porque no estás en el tiempo "extendido". Y al ver el dolor de Jesús, y el mío, te purificaste. Y al ver mis pecados, te doliste, y así conseguiste las gracias que yo recibo ahora. 

Por eso, la devoción a las almas del Purgatorio son oraciones de ida y vuelta. Como yo estoy todavía en el tiempo "extendido", recibo poco a poco, día a día, lo que tu purificación "intensiva" consiguió para mí, al purificarte con mis Misas en el tiempo "extendido".

Dime si es así.

Te quiere en tiempo "intensivo"

Fede

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En Nicaragua, como en otros lugares, cuando uno tiene grandes deseos de contar cosas a los familiares, amigos colegas...y no hay tiempo, trata de resumir anteponiendo ese "para no hacerte largo el cuento". Pero ni así...