domingo, 18 de septiembre de 2011

Álvaro y Federico



En diciembre de 1975 (la foto está amarillenta por el tiempo) viajamos a Roma la familia. Y el día 27 nos recibió el Siervo de Dios, Álvaro del Portillo.

Fue saludándonos por este orden: Fede, Alfredo, Mamá, Ricardo...Y cuando llegó a papá, le dijo: "A ti, si me lo permites, dame un abrazo por haberlos traído" (Fue papá quien nos llevó a Roma) Y mientras se lo daba repetía: "con mucho cariño"

Nada más entrar en la pequeña salita donde nos recibió dijo: "Qué alegría veros". Y al saludar a Ricardo, lo reconoció enseguida: "Éste es Ricardo"
Una vez sentados, el Padre (así es el cabeza de familia en el Opus Dei) comenzó a hablar: "Me da mucha alegría teneros aquí"
Y mamá: Padre, estoy muy emocionada.
"¿Y yo no?"...

Fue un encuentro de familia muy entrañable. Ya al final, papá, dirigiéndose a Alfredo: Tendrás muchas cosas que contar a la vuelta en Murcia. A lo que D. Álvaro añadió: "La labor (del Opus Dei) la empecé yo en Murcia. Fui por primera vez hacia el año 40 o 41, el día de la Virgen del Carmen. hacía mucho calor...
Y continuó: "Si queréis os doy la bendición"
Nos pusimos de rodillas.

"La bendición de viaje. No sólo del viaje a Murcia, que está a la vuelta de la esquina. Y que recuerdo que cruzando la plaza que hay delante de la catedral, al lado de la Curia, del sudor se me puso blanca la sotana. No sólo la bendición del viaje de regreso, sino para EL VIAJE DE LA VIDA, QUE TERMINA EN EL AMOR DE LOS AMORES. Que la VIRGEN esté en vuestro camino, y que San José y los Ángeles os acompañen. En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo".

Se despidió de cada uno. Y se despidió de papá "con un abrazo doble"

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En Nicaragua, como en otros lugares, cuando uno tiene grandes deseos de contar cosas a los familiares, amigos colegas...y no hay tiempo, trata de resumir anteponiendo ese "para no hacerte largo el cuento". Pero ni así...