viernes, 30 de mayo de 2008

Debajo de la higuera


El título de esta entrada abre una nueva sección. Está inspirado en el conocido pasaje del Evangelio (Jn 1.48), cuando el Señor le dice a Bartolomé que lo había visto debajo de la higuera. Serán, pues, reflexiones hechas en presencia de Dios, a la sombra de la meditación.
Para empezar, podríamos suscribir la siguiente afirmación: "A mí, que me gusta presumir de tantas cosas...en realidad sólo puedo presumir de una: Que soy hijo de Dios"

1 comentario:

Anónimo dijo...

Es verdad que todos de lo único que deberíamos presumir es de tener un padre tan maravilloso como lo es Dios... lamentablemente la mayoría solemos presumir más de nuestras habilidades y riquezas materiales (los que la tienen), que de las riquezas espirituales que Dios nos ofrece.

Le felicito por su blog, muy completo y alentador.

Saludos!

En Nicaragua, como en otros lugares, cuando uno tiene grandes deseos de contar cosas a los familiares, amigos colegas...y no hay tiempo, trata de resumir anteponiendo ese "para no hacerte largo el cuento". Pero ni así...