Hoy participé en dos actividades que van a dejar huella profunda:
1. ¡La Misa en el Calvario!
2. Recorrer 12 km por el Camino de Emaús
Madrugamos, pues a las 4.00 am nos esperaba un taxi para llevarnos a 12 (5 sacerdotes y 7 laicos) a la Basílica del Santo Sepulcro, donde íbamos a celebrar Misa en la Capilla de la Crucifixión, en el Calvario, a las 5.00 am
Llegamos con mucho tiempo, y el joven padre franciscano que nos atendió nos dijo que esperásemos hasta las 4.45 para llegar a la sacristía. Lo hicimos en la capilla de María, donde está la reserva del Santísimo, preparándonos.
Ya en la sacristía, ornamentos rojos, Misa votiva de la Pasión del Señor. Concelebramos Luis Gleisner (obispo emérito en Chile) Pedro Barreto (Brasil) Miguel Angel Serna (Perú) Gustavo Frías (Argentina) y yo (Nicaragua).
Nos advirtieron que nada de cantos, ni homilía, que no durase la Misa más de 25 minutos. No importa, pues todo emociona en ese lugar a escasos tres metros del lugar donde fue enclavada la Cruz de Jesús. Celebramos con pausa y atención, considerando más que otras veces que la Misa es la renovación del Sacrificio de la Cruz.
Junto a los de Saxum que asistían a la Misa se nos unieron unas pocas mujeres coreanas. Regresamos a Saxum, todavía oscuro. Y como es sábado nos cruzábamos por las estrechas calles de Jerusalén con muchos judíos que iban para sus rezos.
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Después del desayuno, nos decidimos unos cuantos a hacer parte del camino de Emaús que se coge a poca distancia de Saxum. En bicicleta fueron Sergio y Francis, corriendo Edgardo y Juan Pablo y caminando, como Cleofás y su compañero, Jorge, Manuel, José Gabriel, Joannon, Luis Martín, Oscar, Joao Carlos, Miguel Angel y yo.
Hicimos en total ¡12 kilómetros !
Era fácil imaginar la escena evangélica y trataba de recordar la descripción que hacía de ella san Josemaría: "Iban aquellos dos discípulos hacia Emaús. Su paso era normal, como el de tantos otros que transitaban por aquel paraje. Y allí, con naturalidad, se les aparece Jesús, y anda con ellos, con una conversación que disminuye la fatiga..."
Hice fotos: del camino, de los caminantes -en muchos momentos de dos en dos, platicando en voz alta- de las sombras sobre la tierra. de las señales que van orientando el camino...
Una mañana de sol radiante. La ida fue fácil, la vuelta fatigosa, sobre todo en las rampas finales. Rezamos el rosario... Tantas cosas por las que pedir y recibir luces... Encomendamos mucho el desarrollo de la JMJ
Esta noche seguro que voy a dormir bien...
1 comentario:
Ya ves cómo Tierra Santa cambia la vida.
El diario que estás haciendo te servirá siempre.
¡Y te daba miedo el viaje!
Lo hemos estado haciendo contigo
Vamos juntos a Emaús...
Fede
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