Kinshasa, 9 de enero de 2024
Mamaíca mía:
A ti te gustaba, y espero que te siga gustando, hablar de la vida "creciente". Yo lo noto. Mi vida crece por todos lados. Vivir es crecer. Crecer siempre.
Antes de que se me olvide: ponte de acuerdo con Engracia para encomendar a su hijico Paco, al que tienen que hacerle una intervención en la carótida. Yo también me apunto.
Esta foto es de Michael, un prematuro, en el momento de su Bautismo. La que está a su lado es su mamá Prospérine. Las cortinas de detrás se descorren y hay una cristalera para que del otro lado puedan ver las incubadoras sin necesidad de acceder al interior donde se encuentran todos los pequeñajos.
El día de Navidad, como el año pasado, vine con mis vecinos a recorrer Monkole. Lo que más les entusiasma es el ascensor.
Y antes, delante del árbol se preparaban para recorrer el hospital:
Déo, Plamédie, Julia, Miradi, José et Célé. Muy elegantes: ¡Es Navidad! Abajo el Pesebre de Monkole:El motivo de este año era recordar a San Francisco de Asís por los 800 años del "Nacimiento" de Greccio. Por eso, el "hermano lobo" llamaba la atención cerca del Portal:
Todavía quiero contarte, mamuchi, que en estas Navidades le di la Primera Comunión a Natalie. Esta chica es una gran gimnasta, como lo fue su madre. ¡Qué bueno recibir al Señor por primera vez en Navidad! Le dije que a Jesús le haría mucha ilusión ver sus piruetas y volteretas delante del Pesebre.
Y en la noche de "Reyes" celebramos las Bodas de Oro de César Augusto y Myriam, rodeados de sus 4 hijos, yernos y nueras y nietos. ¡Cómo une la Navidad!
En la próxima carta te contaré de la convivencia en la que estoy participando estos días en El Carrizal.
Cuando escribía de pequeño la "carta" a los Reyes Magos pidiendo regalos, solía poner al final: "pero mejor, me traen los regalos que ustedes quieran" porque eso era aún mejor de lo que yo había pedido. Pues eso, Mami, junto con papi y con Melchor, Gaspar y Baltasar, ya sabes lo que más necesito.
Te quiere un montón, tu hijo
Alfredo