martes, 30 de noviembre de 2021

El "Belén" de Madrid

 


Hace unos días se inauguró en Madrid el tradicional Belén de la Real Casa de Correos, que este año se ha montado sobre tres islas rodeadas de agua que simbolizan la esperanza después de tantas dificultades.

"Esta tradición de cada año es mucho más que una simple tradición. La Navidad y el Belén ponen de manifiesto la actualidad de este compromiso con la verdad, la libertad y el amor que debe guiar toda vida digna" ha sostenido la presidenta de la Comunidad de Madrid en su discurso.

"Mientras combatimos contra la pandemia, aquí seguimos celebrando este misterio de un Niño que nació en Belén, en un pesebre y al que llamaron el Mesías, el Salvador... No es inverosímil que esto ocurra año tras año en todos los rincones de la tierra y especialmente en Occidente... Llegan deseos de paz y de buena voluntad porque el Niño al que adoraron los pastores y los Magos y el que Herodes quiso matar traía una enseñanza que nunca se había oído con tal fuerza y que resonará hasta hoy: la verdad os hará libres"

El Belén cuenta con más de 160 figuras de varios autores de la Asociación Belenista de Madrid y de la Escuela Murciana.

Representa el Misterio como generador de energía que fluye en tres islas emergentes que representan los tres continentes conocidos de aquella época. De la isla central surge el árbol de la vida presente en muchas culturas, donde se ha situado el Nacimiento. Se trata de un olivo que mide más de dos metros de alto.

En la segunda isla, se alza Jerusalén y un gran castillo que contrasta con la sencillez de las humildes casas de Belén. Finalmente, en un tercer espacio se puede contemplar la Anunciación de la Virgen María, la Visitación a Santa Isabel, las dudas de San José y la Huida de la Sagrada Familia a Egipto.

lunes, 22 de noviembre de 2021

Cantar con júbilo


 Hoy, día de santa Cecilia, patrona de la música, me ha impresionado especialmente uno de los comentarios de san Agustín al salmo que dice: “Cantad al Señor un cántico nuevo”:

Cantadle un cántico nuevo, cantadle con maestría. Cada uno se pregunta cómo cantará a Dios. Cántale, pero hazlo bien. Él no admite un canto que ofenda sus oídos. Cantad bien, hermanos. Si se te pide que cantes para agradar a alguien entendido en música, no te atreverás a cantarle sin la debida preparación musical, por temor a desagradarle, ya que él, como perito en la materia, descubrirá unos defectos que pasarían desapercibidos a otro cualquiera. ¿Quién, pues, se prestará a cantar con maestría para Dios, que sabe juzgar del cantor, que sabe escuchar con oídos críticos? ¿Cuándo podrás prestarte a cantar con tanto arte y maestría que en nada desagrades a unos oídos tan perfectos? 

Mas he aquí que Él mismo te sugiere la manera cómo has de cantarle: no te preocupes por las palabras, como si éstas fuesen capaces de expresar lo que deleita a Dios. Canta con júbilo. Éste es el canto que agrada a Dios, el que se hace con júbilo. ¿Qué quiere decir cantar con júbilo? Darse cuenta de que no podemos expresar con palabras lo que siente el corazón. En efecto, los que cantan, ya sea en la siega, ya en la vendimia o en algún otro trabajo intensivo, empiezan a cantar con palabras que manifiestan su alegría, pero luego es tan grande la alegría que los invade que, al no poder expresarla con palabras, prescinden de ellas y acaban en un simple sonido de júbilo. 
El júbilo es un sonido que indica la incapacidad de expresar lo que siente el corazón. Y este modo de cantar es el más adecuado cuando se trata del Dios inefable. Porque, si es inefable, no puede ser traducido en palabras. Y, si no puedes traducirlo en palabras y, por otra parte, no te es licito callar, lo único que puedes hacer es cantar con júbilo. De este modo, el corazón se alegra sin palabras y la inmensidad del gozo no se ve limitada por unos vocablos. Cantadle con maestría y con júbilo.




jueves, 18 de noviembre de 2021

Jerusalén

 


En estos últimos días del año litúrgico, se nos invita a meditar sobre ese discurso escatológico del Señor desde la ladera occidental del Monte de los Olivos, contemplando la ciudad de Jerusalén.

Me ha parecido, entonces, muy interesante el comentario que, desde la Fundación Saxum, se hace del cuadro "Flevit super illam" 1892 del pintor valenciano Enrique Simonet Lombardo, en el Museo Nacional del Prado.

En este cuadro de imponente magnitud, el espectador entra en escena por detrás del grupo de discípulos y viendo a Jesús de perfil. 

Todas las miradas -de extrañeza y de sorpresa- se dirigen hacia él. Atardece en Jerusalén y a salido la primera estrella; él llora al ver la ciudad desde lo alto del Monte de los Olivos.

 Es el momento solemne y terrible en el que profetiza la destrucción de la Ciudad Santa, que se cumplió en el año 70, cuando Tito y sus legiones romanas sitiaron y destruyeron Jerusalén.

A diferencia de la mayoría de los artistas que han pintado escenas religiosas, Enrique Simonet Lombardo viajó a Palestina a finales del siglo XIX para documentarse. El resultado es magistral, ya que capta perfectamente la altura del monte, el tipo de vegetación y la vista de la Ciudad Santa. No en vano, el lugar que eligió Simonet es hoy uno de los miradores más espectaculares de Jerusalén, desde donde hay una vista privilegiada de la Explanada de las Mezquitas, que el propio artista vería desde allí, ya que se alza desde el 691 en el lugar donde en tiempos de Jesús estaba el Templo.

Simonet nos traslada a aquella época a través del realismo de los personajes, para los que se inspiró en las gentes del lugar, y del escenario. 

En este lugar se alzan hoy en día varios santuarios, entre ellos Dominus flevit (el Señor lloró...cfr Lucas 19, 41), que recuerda esta misma escena del Evangelio y que existe desde el siglo XIV.

 La luz del atardecer, que ilumina el centro del cuadro, parece premonizar también el ocaso de Jerusalén que encierra la profecía de Jesús.

martes, 9 de noviembre de 2021

Conchita C-14: Fotos para mamá

 


Kinshasa, 9 de noviembre de 2021

Mamaíca mía:

Nueve meses desde que estás en el Cielo. Y tú conoces mejor que yo mi día a día. Me ayudas a no sentirme solo, sino mirando a nuestro Hogar definitivo.

Te mando la foto de mamá Dorothée, Mado y Dorcas, a las que encuentro todos los días en mi va y viene a Monkole. Venden pan, mantequilla, té, cacahuetes y frutas.


Estos chicos trabajan en el garaje de Monkole, nuestro Hospital.


Y ésta es la foto del fin de año de las estudiantes del ISSI, que ya son enfermeras profesionales.




El día de San Lucas, su patrón, celebré la Misa en el oratorio del ISSI para médicos y enfermeras. En el retablo están los siete dolores de María. El sagrario se cierra con unas puertas durante la Eucaristía.


Éstas son las bravas mujeres de la limpieza de Monkole. Los servicios de base que mantienen el hospital. El Director general es el señor gordo que está en el centro: Eder. Detrás el Director Médico Rémy..

Ayer comencé las clases del nuevo año académico en el ISSI.

Y el 13 acuérdate de Chari, que cumple 50.

Te quiere tu hijo

Fede

martes, 2 de noviembre de 2021

Conchita C-13: Difuntos

 

Adelanto a día de hoy, día de los difuntos -más bien día de los vivientes- la nueva carta hacia el Cielo de mi hermano Fede, desde el Congo para mi madre Conchita.

 

Kinshasa, 2 de noviembre de 2021

Mamaica mía:

En las Misas que he celebrado esta mañana, he hablado de ti. Porque los difuntos estáis vivos.

Varias veces me dijiste que, tras tu partida, ofreciera Misas por ti, para pasar poco tiempo en el Purgatorio.

 Me han preguntado cómo se mide el "tiempo" del Purgatorio. Ya me dirás si he contestado bien.

Cuando explico el Purgatorio me gusta utilizar el relato de Bartimeo, el ciego que mendigaba en Jericó. Cuando abrió los ojos, lo primero que vio fue la cara alegre de Jesús. Morir es eso: ver la cara alegre de Jesús. Pero también nos daremos cuenta de que ese rostro tiene sangre, y tiene espinas, y tiene dolor. ¿Por qué? Por mis pecados. El sufrimiento al ver el dolor de Jesús, me purifica (eso es el Purgatorio). La pena será más grande según la gravedad de mis pecados.

Luego el "tiempo" del Purgatorio no es un tiempo extendido sino más o menos intenso. Un tiempo "intensivo"

Tú ya viste, al despertar, las Misas que voy ofreciendo por ti, porque no estás en el tiempo "extendido". Y al ver el dolor de Jesús, y el mío, te purificaste. Y al ver mis pecados, te doliste, y así conseguiste las gracias que yo recibo ahora. 

Por eso, la devoción a las almas del Purgatorio son oraciones de ida y vuelta. Como yo estoy todavía en el tiempo "extendido", recibo poco a poco, día a día, lo que tu purificación "intensiva" consiguió para mí, al purificarte con mis Misas en el tiempo "extendido".

Dime si es así.

Te quiere en tiempo "intensivo"

Fede

lunes, 1 de noviembre de 2021

La santidad de la puerta de al lado

 


"Me gusta ver la santidad en el pueblo de Dios paciente: 

a los padres que crían con tanto amor a sus hijos, 

en esos hombres y mujeres que trabajan para llevar el pan a su casa,

en los enfermos, 

en las religiosas ancianas que siguen sonriendo.

En esta constancia para seguir adelante día a día, veo la santidad de la Iglesia militante.

Esa es muchas veces la santidad de la puerta de al lado, de aquellos que viven cerca de nosotros y son un reflejo de la presencia de Dios".

Papa Francisco en Gaudete et Exultate

En Nicaragua, como en otros lugares, cuando uno tiene grandes deseos de contar cosas a los familiares, amigos colegas...y no hay tiempo, trata de resumir anteponiendo ese "para no hacerte largo el cuento". Pero ni así...