miércoles, 28 de febrero de 2018

Nuevos Mediterráneos


Los romanos llamaban al Mediterráneo Mare nostrum : se trataba del mar conocido, del mar con el que convivían.

San Josemaría habla de descubrir Mediterráneos porque, en cuanto nos adentramos en esos mares que creemos conocer bien, se abren ante nuestros ojos horizontes amplios, insospechados.

Descubrimientos que responden a luces que Dios da cuando y como quiere.

Un ejemplo:

Tal vez aprendimos siendo muy pequeños que Dios es Padre, pero quizá nos queda un buen trecho de camino para vivir nuestra condición de hijos en toda su radicalidad. ¿Cómo podemos facilitar ese descubrimiento?

Darnos cuenta de que Dios es Padre va de la mano con dejarnos mirar por Él como hijos muy amados. De este modo, comprendemos que nuestra valía no depende de lo que tengamos -nuestros talentos- o de lo que hagamos -nuestros éxitos-, sino del Amor que nos ha creado, que ha soñado con nosotros y nos ha afirmado "antes de la fundación del mundo" (Ef 1, 4).

Ante la fría idea de Dios que se hace a veces el mundo contemporáneo, Benedicto XVI quiso recordar desde el inicio de su pontificado que "no somos el producto casual y sin sentido de la evolución. Cada uno de nosotros es querido, cada uno es amado, cada uno es necesario".

¿De verdad incide esta idea en nuestra vida diaria?

Habrá más...

martes, 27 de febrero de 2018

Amigos


"La verdadera amistad no es ser inseparables, sino ser capaces de separarnos y hacer que nada cambie".

(Winder siempre me sorprende y es que, como él dice, el buen comunicador es el que hace que la verdad resulte apasionante)

lunes, 26 de febrero de 2018

La Educación en Nicaragua


Como todos los años, el próximo miércoles, 28 de febrero, tendrá lugar en la biblioteca del Centro Universitario Villa Fontana la Lección Inaugural del curso 2018 sobre "La Educación en Nicaragua, un compromiso de todos" a cargo de María Josefina Terán de Zamora, presidenta de la Fundación Zamora Terán.

Un tema muy interesante y apasionante para las personas relacionadas con el ámbito universitario y reforzar así el compromiso social. Están invitados.

Me viene a la memoria el comentario de un sacerdote, muy metido en el ámbito de la informática en la escuela. Decía:

"Vivo la vida aprendiendo los lenguajes de los hombres para contarles que Dios les busca para regalarles su amor"

sábado, 24 de febrero de 2018

El milagro del matrimonio (2)


Como garantía de que Dios se hace presente, el matrimonio por la Iglesia es un sacramento.

Significa que, unidos por el amor matrimonial, los esposos están llamados a ser la imagen real del amor de Cristo por su Iglesia. Dios mismo se compromete a hacerlo. Es decir, que Él pondrá todo lo que esté de su parte para que sean la imagen realizada -encarnada- de un amor definitivo, que no se echa atrás ante las dificultades, que es capaz de dar libremente toda su vida por la persona amada. Un amor como el de Cristo, que llega hasta el extremo, hasta lo más grande, hasta dar la vida por el otro.

Así pues, que el matrimonio sea un sacramento es como el sello -la garantía real- que Dios pone al amor de un hombre y una mujer.

San Juan Pablo II llegó a escribir que los esposos son "el recuerdo permanente, para la Iglesia, de lo que acaeció en la Cruz", es decir, del misterio de amor que nos dio la Salvación (Familiaris Consortio, n. 13).
No tengan miedo, porque, como dice san Pablo a los filipenses, "el que ha inaugurado entre ustedes esta buena obra, la llevará adelante hasta el Día de Cristo Jesús" (Flp 1, 6).

Dios se implica de tal manera en el matrimonio, que no solo se presenta como modelo de amor incondicional, sino que también contará con cada uno de los esposos para amar al otro, para hacer real el amor que le tiene. Eso se convierte, para los cristianos, en un motivo más para amar:

"¿Cómo no voy a perdonarla, si Dios la perdona y cuenta conmigo para que experimente su perdón?; ¿cómo no voy a amarle, aunque haya hecho tal o cual cosa, si Dios le ama y cuenta conmigo para que experimente su amor?"

Puede parecer una perspectiva demasiado elevada. Quizá valga la pena meditarla en silencio para ahondar en ella: con el amor de cada uno es Dios mismo quien quiere amar al otro.

Un poeta supo expresarlo con maestría en estos pocos versos:

"Con tu mirada tibia
alguien que no eres tú me está mirando: siento
confundido en el tuyo otro amor indecible.
Alguien me quiere en tus te quiero, alguien
acaricia mi vida con tus manos y pone
en cada beso tuyo su latido.
Alguien que está fuera del tiempo, siempre
detrás del invisible umbral del aire".

M. D'Ors, Esposa

viernes, 23 de febrero de 2018

El milagro del matrimonio (1)


Dios soñó con el matrimonio al crear el mundo. De hecho, coronó su obra con el matrimonio. Y no solo eso, sino que la Biblia culmina en el Apocalipsis con la visión de una Boda, que significa la unión de los hombres con Dios.

El matrimonio no es simplemente el modo que los humanos tienen de aparearse, o la hermosa manera que ciertas culturas tienen de organizarse. Es mucho más, porque es un camino previsto por Dios para ofrecer al ser humano la plenitud del Amor.

Pero es que Dios no solo soñó con el matrimonio en general, como no soñó con la mujer o el hombre en general, sino con cada uno de ellos.

El matrimonio es un sueño de Dios, el camino personalísimo que se propone y por el que se ofrece llegar a la plenitud de una vida de amor.

Así, lo que a mucha gente le puede parecer imposible (la entrega total de la propia vida a una persona para amarla y cuidarla), Él lo hace posible.

Al casarse por la Iglesia, se cuenta con toda la ayuda de Dios -y de su Familia en la tierra- para vivirlo.

martes, 20 de febrero de 2018

Detente, mira y vuelve


"El tiempo de Cuaresma es tiempo propicio para afinar los acordes disonantes de nuestra vida cristiana y recibir la siempre nueva, alegre y esperanzadora noticia de la pascua del Señor...

Detente un poco de esa agitación, y de correr sin sentido, que llena el alma con la amargura de sentir que nunca se llega a ningún lado. Detente de ese mandamiento de vivir acelerado que dispersa, divide y termina destruyendo el tiempo de la familia, el tiempo de la amistad, el tiempo de los hijos, el tiempo de los abuelos, el tiempo de la gratuidad...el tiempo de Dios...

Mira y contempla el rostro del Amor crucificado, que hoy desde la cruz sigue siendo portador de esperanza; mano tendida para aquellos que se sienten crucificados, que experimentan en su vida el peso de sus fracasos, desengaños y desilusión...

¡Vuelve!, sin miedo, este es el tiempo oportuno para volver a casa; a la casa del Padre mío y Padre vuestro (cf. Jn 20,17). Este es el tiempo para dejarse tocar el corazón..."

¡Detente, mira y vuelve!

Francisco

domingo, 18 de febrero de 2018

Padre Alberto Casals


Esta mañana del primer domingo de Cuaresma, temprano, fallecía en San José de Costa Rica el Padre Alberto Casals, sacerdote del Opus Dei, de los primeros que comenzó la labor apostólica en Centroamérica.

¡He aprendido tantas cosas de él!

Cuando recibí la noticia me disponía a rezar laudes. Y lo he hecho muy a gusto, junto al Sagrario, pensando en don Alberto:

"Deus, Deus meus es tu, ad te de luce vígilo. Sitívit in te ánima mea, te desideravit caro mea..."

Oh Dios, tú eres mi Dios, por ti madrugo, mi alma está sedienta de ti; mi carne tiene ansia de ti. como tierra reseca, agostada, sin agua...

Y en el siguiente salmo: "Benedícite, sacerdotes Dómini Dómino, benedícite, servi Dómini, Dómino..."

Sacerdotes del Señor, bendecid al Señor; siervos del Señor, bendecid al Señor...

Las tentaciones de la luz


Aunque no soy muy entendido -¡ya me gustaría!- he estado leyendo las pequeñas crónicas que la prensa ha estado publicando sobre el XIV Festival Internacional de Poesía de Granada.

Me llamó especialmente la atención la referencia al poemario Las tentaciones de la Luz de la poeta italiana Zingonia Zingone.

En él nos habla de una subversión de valores en medio de la ambigüedad del universo y de un mundo que nos coacciona con sus sombras y su velo de relativismo.

Como una samaritana junto al pozo, Zingonia Zingone quiere sacar agua de la historia y pregunta a un Adán fatigado del camino, por el tiempo y por los hijos de la tierra tan aferrados al suelo.

En las instantáneas líricas de sus peregrinaciones, la poeta reflexiona sobre el silencio. No se trata aquí de un silencio vacío como una soledad devastada, sino de una Palabra que es comunión y vida. Una vida nueva que surge más allá de las sombras de luz filtrada, donde la vida es un recinto de caducidad, fractura, olvido y desierto, disgregaciones y grietas por donde se filtra la luz... porque de la muerte nace la vida así como el fuego calcina y reverdece, y la libertad es verdadera cuando nace al pie de la Cruz.

Son osadías esos versos que abrevan en la fuente que todo origina... la Luz de la Cruz, un caer hacia arriba, un caer más alto.

sábado, 17 de febrero de 2018

Biografía familiar


Es importante hacer un esfuerzo por generar una rica y atractiva biografía familiar, un acerbo de tradiciones propias, eventos, anécdotas, experiencias familiares que creen un perfil propio con el que los hijos se puedan sentir identificados.

Afirma Julián Marías que "no se piensa con el cerebro, sino con la vida, con la vida biográfica".

Y es bueno que los hijos se identifiquen con una manera de ser, la de la familia, que les irá configurando también afectivamente.

viernes, 16 de febrero de 2018

Realidades


Con este amanecer en las islas Canarias nos ponemos a filosofar...

¿Es la realidad un todo?

No debemos pensar la realidad, el ser que existe "aunque yo no lo piense", como un todo, como un mosaico compuesto de múltiples teselas.

1. Dios es real. Acto puro. Identidad.
2. El ángel y el hombre son acto personal. Realidad abierta por dentro, capaz de conocer y amar.
3. El universo es acto de ser sencillo.

Las tres realidades, Dios, persona, universo, no están en el mismo nivel. No se pueden connumerar.

La realidad pensada no es realidad física.
Un perro pensado no muerde.
El acto de conocer un árbol no es un árbol. Está a otro nivel, superior.
Son realidades distintas "jerárquicamente".

Filósofo es el que las admira. Admiremos la jerarquía de la realidad.

De un lado el orden del universo. El firmamento. La realidad de una noche estrellada o de un amanecer.
De otro lado el orden en mi conocimiento: la realidad que se desvela en mí. Soy capaz de poseerla intencionalmente y amarla.

Pero cuando digo "de un lado" y "de otro lado" no estoy hablando de dos realidades contiguas que compongan, como teselas, el mosaico de la realidad entera o "total"

La realidad no es un todo. La realidad es Acto.

Acto Puro del que dependen los actos "jerárquicamente" distintos.

Los actos superiores son más acto, capaces de más, capaces de conocer y amar.

Los actos inferiores, que pertenecen al nivel del acto de ser del universo son sencillos.

La realidad del espíritu (de los actos de ser que son abiertos por dentro) es distinta jerárquicamente de la realidad física.
No debemos pensarla componiendo un todo con la realidad física.
Una pantalla de una computadora, por mucho que brille, nunca podrá "ver".
No se pueden componer "pantalla" y "ver", formando un "todo".

Cuerpo y alma son dos realidades de distinto nivel. No forman un todo.

jueves, 15 de febrero de 2018

Después de ceniza


"La invitación a la conversión no es un regaño de alguien exigente que está enfadado con lo que hacemos, sino una llamada amorosa a que demos media vuelta para encontrarnos cara a cara con el Amor"

Hoy, jueves después de ceniza.

¡Ánimo con los propósitos para esta Cuaresma!

miércoles, 14 de febrero de 2018

Cuaresma: El camino hacia la Pascua


"La Cuaresma es un compendio de nuestra vida, que es toda ella un constante volver hacia la casa de nuestro Padre. Es un camino hacia la Pascua, hacia la muerte y resurrección del Señor, que es el centro de gravedad de la historia del mundo, de cada mujer, de cada hombre: un volver al Amor eterno.

¡Qué capacidad tan extraña tiene el hombre para olvidarse de las cosas más maravillosas, para acostumbrarse al misterio!
Por eso, es lógico que durante estos días consideremos en nuestra oración la necesidad de la conversión, de redirigir nuestros pasos hacia el Señor, y purificar nuestro corazón.

La Cuaresma echa raíces profundas en varios episodios clave de la historia de la Salvación, que es también nuestra historia.

Uno de ellos es la travesía del pueblo elegido por el desierto. Esos cuarenta años fueron para los israelitas un tiempo de prueba y de tentaciones. Yahveh les acompañaba de continuo y les iba haciendo entender que sólo debían apoyarse en Él: iba ablandando su duro corazón de piedra. Fue además un tiempo de gracias constantes: aunque el pueblo sufría, era Dios quien les consolaba y les orientaba con la palabra de Moisés, les alimentaba con el maná y las codornices, les daba el agua en la Roca de Meribá.

¡Qué cercanas nos resultan las palabras, llenas de ternura, con las que Dios hace recapacitar a los israelitas sobre el sentido de su larga travesía!...

El Señor también se dirige hoy a nosotros que, en el desierto de nuestra vida, ciertamente experimentamos la fatiga y los problemas de cada día, aunque no nos faltan los cuidados paternales de Dios, a veces a través de la ayuda desinteresada de nuestros familiares, de amigos o incluso de personas de buena voluntad que permanecen anónimas.

Con su pedagogía inefable, el Señor nos va metiendo en su corazón, que es la verdadera tierra prometida: 'Dame, hijo, tu corazón, y que tus ojos guarden mis caminos' (Pr 23, 26)"


domingo, 11 de febrero de 2018

La fuerza del silencio


"Cuando la enfermedad se vuelve incurable, la palabra ya no significa gran cosa. Hay que aprender a guardar silencio, a acariciar con afecto al ser que sufre para transmitirle la cercanía, el calor y la compasión de Dios"
Cardenal Sarah

miércoles, 7 de febrero de 2018

Pináculos de fuego


En la época de Burgos (1938) san Josemaría llevaba con frecuencia a jóvenes y mayores a pasear por la orilla del río Arlanzón. En sus conversaciones, les insistía en que fuesen hombres de oración y que intentaran convertir todo lo que hicieran en trabajo de Dios.

Para ilustrar el consejo, solía llevarlos a visitar las torres de la catedral gótica de Burgos.

Muy por encima del nivel de la calle, donde apenas se podía ver, había un auténtico encaje de piedra, fruto de una labor paciente, costosa.

Mientras admiraban la bella ornamentación, san Josemaría les recordaba que "aquella maravilla no se veía desde abajo". Decía:

"¡Esto es el trabajo de Dios, la Obra de Dios!: acabar la tarea profesional con perfección, con belleza, con el primor de estas delicadas blondas de piedra".

Comprendían, ante esa realidad que entraba por los ojos, que todo eso era oración, un diálogo hermoso con el Señor.

Los que gastaron sus energías en esa tarea sabían perfectamente que desde las calles de la ciudad nadie apreciaría su esfuerzo: ¡era sólo para Dios!

(Pienso viene bien este relato, ahora que por estos lares estamos comenzando un nuevo curso académico)

martes, 6 de febrero de 2018

Sentimientos


"Cuando alguien es muy sentimental debe procurar poner esos sentimientos al servicio del Señor, preguntándole como proceder en cada caso"

lunes, 5 de febrero de 2018

Vengan y vean


La semana pasada fui invitado a dar una charla a los seminaristas de nuevo ingreso, 22 muchachos en el "Seminario Arquidiocesano la Purísima" de Managua.

El tema propuesto era la identidad del "seminarista"

No encontré mejor descripción que la respuesta de Jesús a aquellos dos jóvenes que le preguntaron:

"Maestro, ¿dónde vives?"

Les respondió:

"Vengan y vean" (Juan 1, 39)

La etapa de formación en el Seminario es precisamente eso: Estar con el Señor y aprender tantas cosas de Él.
Luego puede venir la llamada definitiva a ser sacerdote. El seminaristas es el que generosamente 'arriesga' el poder ser llamado.


En Nicaragua, como en otros lugares, cuando uno tiene grandes deseos de contar cosas a los familiares, amigos colegas...y no hay tiempo, trata de resumir anteponiendo ese "para no hacerte largo el cuento". Pero ni así...