De emoción en emoción, ya que, después de la noche en la Basílica del Sepulcro, hoy nos acercamos a ¡Belén!
El primer objetivo fue el Campo de los Pastores en cuya gruta celebramos la Santa Misa. Ambiente sencillo y agradable. Me llamó la atención la imagen del Niño Jesús colocada en el mismo altar, como el pan, el agua y el vino. Al final fue natural cantar el "Adeste fideles" mientras lo besábamos.
Con un guía de Belén, llamado Jorge (que es asombrosamente el patrono de la ciudad -San Jorge- y las casas de los cristianos se distinguen por tenerlo en la puerta) fuimos a la iglesia, muy bonita, que representa el anuncio del Ángel. Me acordé del Nacimiento de Villa Fontana. Allí cantamos el "Gloria" en latín, muy conmovidos.
Después hasta la Basílica de la Natividad, en el mismo día -ya es casualidad- que los armenios celebran esta fiesta. Esperaban a su Patriarca.
Mucha gente, pues, para llegar hasta el lugar del Nacimiento de Jesús, que está indicado por una estrella debajo de un altar, al que se llega por escaleras y pasillos estrechos y, en nuestro caso, abarrotados de gentes. Pude, no obstante, colocar a "mi Niño Jesús" sobre la Estrella y fotografiarlo.
Lo que me salía decir era un repetido "Jesús, María y José, que estemos siempre con los tres"
No dio mucho tiempo para más, aunque aprovechamos para comprar en Belén los recuerdos principales de Tierra Santa y así ayudar a los palestinos cristianos
En Belén todo el año es Navidad...
No hay comentarios:
Publicar un comentario