Hoy, 12 de mayo, es la fiesta del Beato Álvaro del Portillo, sucesor de San Josemaría.
Al celebrar esta mañana la Misa del "común de pastores" me ha impactado recitar despacio las palabras del "prefacio", ese como himno de acción de gracias:
"Es justo y necesario darte gracias siempre y en todo lugar, Padre santo, Dios todopoderoso y eterno...porque permites que tu Iglesia se alegre hoy con la festividad del Beato Álvaro, para animarnos con el ejemplo de su vida, instruirnos con su palabra y protegernos con su intercesión..."
Me ha impactado porque lo viví directamente: me animó, me instruyó tan de cerca en aquellos años romanos (1977-79) y ahora me sigue protegiendo desde el Cielo junto a San Josemaría y todos los ángeles y los santos.
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