En el Pirineo aragonés se alza el Santuario de Nuestra Señora de los Ángeles de Torreciudad.
Es fácil la meditación, dentro y fuera del templo: El trabajo bien hecho, cara a Dios: ¿me preocupa que Le guste?, los que conviven conmigo ¿notan que tengo amores más altos?; Dios sólo sabe amar; Inspiración es trabajo y trabajo; Convertir lo cotidiano en fiesta; Decir que sí mil veces a lo que me pida el Señor; El Cielo es el lugar donde al llegar te preguntan: ¿a cuántos traes contigo?...
CUARTO DÍA DESDE TORRECIUDAD:
"Pon en tu mesa de trabajo, en la habitación, en tu cartera..., una imagen de Nuestra Señora, y dirígele la mirada al comenzar tu tarea, mientras la realizas y al terminarla. Ella te alcanzará -¡te lo aseguro!- la fuerza para hacer, de tu ocupación, un diálogo amoroso con Dios" (Surco 531)
A ritmo de "jota": Ha caído del cielo la semilla / y del suelo han brotado corazones / Ha nacido una flor blanca y sencilla / y se han roto las piedras en canciones.
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