domingo, 26 de julio de 2015

Trium puerorum


Ya se acaba la convivencia transcurrida en Panamá. Mañana regreso a Nicaragua.

Constato que en estos días ha sido una dicha aún mayor que la habitual el rezar, después de celebrar la Eucaristía, el himno tomado del capítulo 3 del libro de Daniel llamado el himno de los tres jóvenes o TRIUM PUERORUM junto con el Salmo Laudate, el 150.

Lo ha sido por los 3 paseos realizados a un lado y otro de los océanos. El Primero a Valle Antón (foto de arriba)

El himno invita a toda la creación a bendecir al Señor: la mirada apunta hacia el sol, la luna, las estrellas; alcanza la inmensa extensión de las aguas; se eleva hacia los montes, contempla las más diferentes situaciones atmosféricas, pasa del frío al calor, de la luz a las tinieblas; considera el mundo mineral y vegetal; se detiene en las diferentes especies animales; culmina con el hombre. Todos los seres, por su simple existencia, bendicen y dan gloria a Dios.

Es la misma alabanza a la que nos invita el Papa Francisco, haciéndose eco del Cántico de las criaturas de san Francisco de Asís, en su última Encíclica Laudato Si.

Animo a todos a utilizar ese himno en la acción de gracias después de la Misa.

La segunda excursión fue a la playa de Santa Clara, en el Pacífico:


Y el tercer paseo a Palenque, en el Caribe panameño:


"Bendecid al Señor, montes y collados: todas las cosas que germinan en la tierra, bendecid al Señor.
Bendecid al señor mares y ríos; fuentes bendecid al Señor.
Bendecid al Señor, ballenas y todo lo que vive en el mar; todas las aves del cielo, bendecid al Señor..."

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En Nicaragua, como en otros lugares, cuando uno tiene grandes deseos de contar cosas a los familiares, amigos colegas...y no hay tiempo, trata de resumir anteponiendo ese "para no hacerte largo el cuento". Pero ni así...