jueves, 10 de mayo de 2018

San Juan de Ávila, maestro de santos


El 10 de mayo se celebra la fiesta de San Juan de Ávila. Se recuerda la muerte -el nacimiento a la Vida- en Montilla, 1569, de quien ha sido llamado "el maestro de santos". Teresa de Jesús recurrió al Maestro de Ávila en un momento crucial de su vida, para que juzgara sobre la veracidad de su experiencia espiritual, reflejada en el Libro de la Vida, que consiguió enviarle para que leyera.

Siempre estuvo agradecida a su magisterio. Así relata su biógrafo Diego de Yepes cómo acogió Teresa la muerte de Juan de Ávila:

"Como ella vio que faltaba tan grande Santo en la tierra, comenzó a llorar con grande sentimiento y fatiga. Causó a sus compañeras grande novedad este llanto, no acostumbrado en muerte de nadie, y la que habiendo sabido la muerte de su hermano no había echado una lágrima, sino que puestas las manos bendecía al Señor, viéndola agora con tan nuevo sentimiento, les ponía grande espanto y admiración. Y habiendo sabido ella la causa de su llanto, le dixeron que por qué se afligía tanto por un hombre que se iba a gozar de Dios. A esto respondió la Santa: 'Deso estoy yo muy cierta; mas lo que me da pena es, que pierde la Iglesia de Dios una gran columna, y muchas almas un grande amparo que tenían en él, que la mía, aun con estar lejos, le tenía por esta causa obligación'"

(Me acuerdo de San Juan de Ávila porque tuve que trabajar en sus escritos para la tesis en Mariología: "La corredención de la Virgen en la predicación española del siglo XVI". Me sirvió y ayudó ese estudio)

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En Nicaragua, como en otros lugares, cuando uno tiene grandes deseos de contar cosas a los familiares, amigos colegas...y no hay tiempo, trata de resumir anteponiendo ese "para no hacerte largo el cuento". Pero ni así...