Hoy, 9 de mayo, es el aniversario del día más importante de mi vida: ¡el de mi bautismo!
Muchas veces el Papa Francisco ha insistido en celebrar por todo lo alto, agradecidos, la fecha del bautismo.
Y precisamente hoy, 64 años después de que mis padrinos Alfredo y Pilar me acercaran a la pila bautismal de la Parroquia San Nicolás de Bari, en Murcia, el mismo Papa Francisco ha dado otra catequesis sobre este Sacramento de la Iniciación Cristiana.
He aquí algo de lo dicho por el Santo Padre y que me ha ayudado para meditar y celebrar tan grande acontecimiento:
"¡La pila bautismal es el lugar donde participamos de la Pascua de Cristo!
... sobre cada uno de nosotros, renacidos del agua y del Espíritu Santo, nuestro Padre Celestial hace resonar con amor infinito su voz que dice: 'Tú eres mi hijo amado' (Mt. 3,17). Esta voz paternal, imperceptible para el oído pero bien audible desde el corazón de aquellos que creen, nos acompaña a lo largo de la vida, sin abandonarnos nunca. Durante toda la vida el Padre nos dice: 'Tú eres mi hijo, el amado; tú eres mi hija, la amada'. Dios nos ama tanto como un Padre y no nos deja solos. Esto desde el momento del Bautismo.
¡Renacidos hijos de Dios, lo somos por siempre!"
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