martes, 13 de marzo de 2018

Plegaria Eucarística


La Plegaria Eucarística califica la celebración de la Misa y constituye su momento central.

Y en esta solemne plegaria -la plegaria eucarística es solemne- la Iglesia expresa lo que cumple cuando celebra la Eucaristía y el motivo por el que la celebra, es decir hacer comunión con Cristo realmente presente en el pan y en el vino consagrados.

En el Misal hay varias fórmulas de Plegaria Eucarística. Todas son hermosas.

Jesús fue muy claro. "Esto es mi Cuerpo. Esta es mi Sangre" Es el mismo Jesús quien dijo esto... Pero, ¿cómo...? Es el Cuerpo de Jesús: ¡Ya está!
Es el "misterio de la fe".

Celebrando el memorial de la muerte y resurrección del Señor, a la espera de su retorno glorioso, la Iglesia ofrece al padre el sacrificio que reconcilia el cielo y la tierra.

La Plegaria Eucarística pide a Dios que reúna a todos sus hijos en la perfección del amor.

Ninguno y nada son olvidados en la Plegaria Eucarística.

La Plegaria Eucarística nos enseña a cultivar tres actitudes que no tendrían que faltar nunca en los discípulos de Jesús:

1. Aprender a dar gracias, siempre y en todo lugar.

2. Hacer de nuestra vida un don de amor.

3. Construir la comunión concreta en la Iglesia y con todos.

(Fragmentos de la Catequesis del Papa Francisco sobre la parte central de la Misa, que va desde el Prefacio hasta el 'Por Cristo, con Él y en Él...'
Hoy que se cumplen cinco años de su elección como Romano Pontífice)

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En Nicaragua, como en otros lugares, cuando uno tiene grandes deseos de contar cosas a los familiares, amigos colegas...y no hay tiempo, trata de resumir anteponiendo ese "para no hacerte largo el cuento". Pero ni así...