"En este tiempo de Pascua celebramos el gran motivo de nuestra alegría: ¡Cristo ha resucitado!
Además, cada uno tendrá otros motivos para estar alegre: sentirse querido y comprendido por quienes tiene cerca, alguna celebración familiar, una satisfacción en el trabajo, parientes que salen adelante en medio de las dificultades, etc.
Todas esas realidades -grandes y pequeñas, tantas veces mezcladas con el límite y sufrimiento humano- son un don de Dios y nos muestran que la cercanía de Cristo Resucitado en la vida de cada uno también se manifiesta en lo bueno que realizamos o que nos sucede.
Hagamos memoria agradecida de esos momentos, también cuando algo de tristeza quiera asomarse a nuestra alma"
( Una buena bocanada de aire puro son estas palabras del Prelado del Opus Dei, Fernando Ocáriz, para este tiempo de Pascua. Acudamos a la Virgen, a la que reconocemos como causa de nuestra alegría y nos ayudará a estar contentos y a ser sembradores de paz y de alegría )
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