jueves, 13 de septiembre de 2018

Doctrina. Estudio. Formación


Meditaba hoy que el que trata a Dios y le ama, se siente movido a conocerle cada vez más; no se contenta con un conocimiento superficial, sino que busca penetrar profundamente en todo lo que se refiere a Él.

San Gregorio escribía que Muy inútil es la piedad si falta la discreción de la ciencia.

Una vida cristiana de oración sin la oportuna doctrina, sin el combustible del saber de Dios, no puede ser auténtica. Sería, a lo más, una apariencia de hoguera, pronta a apagarse apenas se presente alguna aridez del sentimiento, apenas comiencen las dificultades.

Para adquirir esa doctrina hay que estudiar. No esperemos unas iluminaciones de Dios que no tiene por qué darnos si podemos estudiar.

Además, necesitamos ser personas de criterio bien formado: "La lealtad exige hambre de formación, porque -movido por un amor sincero- no deseas correr el riesgo de difundir o defender, por ignorancia, criterios y posturas que están muy lejos de concordar con la verdad" (San Josemaría. Surco 346)

Si hemos sabido asimilar esta doctrina, por medio del estudio, tendremos la capacidad para enjuiciar las opiniones y corrientes de pensamiento, las teorías culturales y los hechos de la vida pública y social con mentalidad cristiana.

¡Qué importante es asistir a Cursos de Formación en la Doctrina Cristiana!
¡Qué importante es como libro de texto el Catecismo de la Iglesia Católica!
¡A estudiarlo bien!

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En Nicaragua, como en otros lugares, cuando uno tiene grandes deseos de contar cosas a los familiares, amigos colegas...y no hay tiempo, trata de resumir anteponiendo ese "para no hacerte largo el cuento". Pero ni así...