Ha sido muy emotiva la despedida del equipo de fútbol de Islandia en la Eurocopa ante sus seguidores.
Las cifras y datos de Islandia, esa isla de poco más de 100 km2, habitada por 300.000 habitantes, de los cuales más de un tercio residen en Reikiavik, la capital, parecen transportarnos a otro mundo. Casi 12 km2 de su territorio son glaciares y otros 64, lava.
A esto hay que sumar un larguísimo invierno en el que la luz dura solo cuatro horas, y un curioso verano en el que apenas oscurece, Es decir, tras muchos meses en la oscuridad, viene un día interminable de varios meses, al que los nativos acaban acostumbrándose. Lo contrario les desconcierta.
Entre el año 2000 y el 2010 el número de católicos se multiplicó por tres, y en la actualidad el porcentaje de católicos con respecto a la población total es el más alto de los países nórdicos.
Se celebran diez veces más bautizos que entierros y cada año, en la Vigilia Pascual, entran a formar parte de la Iglesia Católica un buen número de adultos.
Este renacer no se debe solo a la inmigración y la presencia cada vez mayor de polacos y filipinos. Las estadísticas ponen de relieve que la mitad de los católicos islandeses actuales han nacido en el país.
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