Acabo de leer el libro de Mons. Fortunatus Nwachukwu, Nuncio Apostólico en Nicaragua, titulado "Quítate las sandalias", aunque me gusta más el subtítulo: "El coraje de cambiar"
Con amena precisión va comentando pasajes bíblicos como el de la zarza ardiendo ante Moisés, la llamada de Jesús a Bartimeo, después que éste, "el hijo de Timeo" grite al "Hijo de David" o la parábola del hijo arrepentido.
A la vez va intercalando anécdotas muy ilustrativas de su rica experiencia en su servicio a la Iglesia y al Papa. Aquí una de ellas:
"Cuando un diplomático de la Santa Sede fue trasladado como primer consejero a una nación africana, puso en un par de maletas todo lo que consideraba más importante y lo que pensaba habría tenido necesidad para realizar su función de encargado de negocios en aquel país, que atravesaba entonces una situación difícil.
Aquellas maletas no llegaron nunca. Se perdieron con todo el precioso contenido que el joven sacerdote-diplomático había considerado indispensable: notas, modelos de cartas, vestidos, trofeos, regalos, instrumentos para sus hobbies, objetos de entretenimiento, etc.
Años más tarde comentó con serenidad cómo esta experiencia le había enseñado que la mayor parte de las cosas que él consideraba indispensables, en realidad no lo eran.
Era posible prescindir de ellas"
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