miércoles, 8 de octubre de 2014
Rubén Darío y mamá
En este último viaje a España, -Murcia y Madrid- he entendido un poco más el por qué de mi sangre hispano-nicaragüense.
En Madrid no faltó un paseo por la plaza que lleva el nombre del príncipe de las letras castellanas.
Y en Murcia, mamá volvió a sacar su vena poética:
Quiero escribir y no puedo
las fuerzas me van faltando,
pero lo tengo que hacer,
Alfredo lo está esperando.
La venida de mi hijo al Hogar de Nazaret
es un regalo del Cielo y me tiene que encontrar
fuerte, contenta, animosa
yo lo tengo que alegrar.
Unas horas tan felices
que a su lado pasaré
Papi estará con nosotros
Fede y Ricardo también.
Con Chary y los cuatro nietos se completa la familia
Nos queremos tanto, tanto
que estamos todos unidos
al Señor las gracias dando
Deseo que mi hijico Alfredo
se lleve muy buen recuerdo del Hogar de Nazaret
allí se queda su mami
rezando mucho por él
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En Nicaragua, como en otros lugares, cuando uno tiene grandes deseos de contar cosas a los familiares, amigos colegas...y no hay tiempo, trata de resumir anteponiendo ese "para no hacerte largo el cuento". Pero ni así...
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