domingo, 5 de octubre de 2014
Chepito
Hoy se cumple una semana desde el fallecimiento de CHEPITO. Así era conocido por todos, aunque su nombre de pila es Ladislao Valle Herrera.
Chepito era -y lo seguirá siendo de otra manera mejor- el jefe de mantenimiento de Villa Fontana. Desde que ocupamos la casa, hace más de veinte años, él ya estaba aquí.
¡Jefe! No porque tuviera a muchos bajo sus órdenes, sino porque servia a ¡todos!
Muchas cosas he aprendido de Chepito. De muchísimas más me ha sacado de apuros. Mi agradecimiento es enorme. Sólo me queda corresponderle con la mejor paga posible: "A nuestro hermano difunto y a cuantos murieron en tu amistad, recíbelos en tu Reino, donde esperamos gozar todos juntos de la plenitud eterna de Tu Gloria, por Jesucristo nuestro Señor..."
A la llamada del "Amo" respondió como siempre: discreto, humilde, eficaz... Y allá que se fue.
¡Adiós, Chepito. Hasta siempre!
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En Nicaragua, como en otros lugares, cuando uno tiene grandes deseos de contar cosas a los familiares, amigos colegas...y no hay tiempo, trata de resumir anteponiendo ese "para no hacerte largo el cuento". Pero ni así...
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