Estos días estamos despidiendo en Nicaragua a un buen grupo de estudiantes que inician sus estudios en la Universidad de Navarra. Ha sido un ir y venir, llamadas y mensajes, para ir resolviendo los distintos trámites: inscripción y matrícula, visas en el consulado de España, pasajes de avión, pruebas médicas etc. Pero vale la pena porque es algo muy bueno poder formarse en esa Universidad.
Y digo 'estamos' porque en Villa Fontana vivimos los dos asesores de la Universidad para Nicaragua, Roberto para las facultades civiles y yo para las facultades eclesiásticas. Este año también han marchado un grupo de sacerdotes y seminaristas para Pamplona.
Ana, una de las nuevas alumnas, escribe a pie de la foto que marca esta entrada:
"Siempre es más fácil empezar una nueva etapa si juegas en casa. Y más aún si te reciben así"
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