domingo, 3 de mayo de 2020
Primeros auxilios
Un sacerdote amigo se dirigía al metro en hora punta.
La estación estaba llena, pero a pesar de eso entre todo el tumulto de gente pudo ver a una mujer desmayada en el suelo...
Todo el mundo se posó alrededor de la mujer mirándola. Sin embargo apenas llegó el tren todos subieron y dejaron atrás a la pobre mujer.
Solo quedó el sacerdote y una pequeña niña de trenzas junto al inmóvil cuerpo.
- Hola -dijo amable el intrigado cura- ¿es tu mamá, tu tía?...
- No. -respondió la pequeña.
- Entonces ¿qué haces aquí?- preguntó ahora más intrigado que antes.
- Es que yo hice un curso de primeros auxilios. -respondió con convicción la muchachita.
- Ah! Muy bien... ¿Puedes, con los conocimientos que tienes, ir a buscar al guardia, por favor?
La niña partió rauda, y algunos minutos después se llevaron a la mujer para ser asistida.
Yo creo que Dios debe reírse un poco de nosotros... Decimos que queremos cambiar el mundo, hacemos planes de esto y de aquello...
Somos como esa niña diciendo "yo hice un curso de primeros auxilios"
Pero está bien, eso necesitamos: estar dispuestos para servir al Señor. Simplemente estar ahí para decirle que SÍ.
Porque hace 2 mil años la historia fue esa. El destino de la humanidad dependió de una muchacha que le dijo sí a Dios. María dijo sí.
(Mes de Mayo, mes de María)
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En Nicaragua, como en otros lugares, cuando uno tiene grandes deseos de contar cosas a los familiares, amigos colegas...y no hay tiempo, trata de resumir anteponiendo ese "para no hacerte largo el cuento". Pero ni así...
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