miércoles, 31 de julio de 2019
Chocolate con almendras
Me lo contaron:
Nicolás era un chavalín que entró a una heladería y se sentó en una de las mesas, esperando a ser atendido.
Al poco, se le acercó una de las camareras y el niño le dijo:
- ¿Cuánto cuesta un helado de chocolate con almendras?
- Cincuenta centavos, respondió aquella.
El pequeño contó las monedas que llevaba encima. Y volvió a preguntar:
- ¿Y, cuánto cuesta un helado solo?
Como había gente esperando en otra mesa, la camarera se impacientó y le contestó con un tono un poco brusco:
- Treinta y cinco.
Nicolás volvió a contar sus monedas y le señaló:
- Tomaré el helado solo.
La camarera se lo trajo, puso la cuenta en un platillo sobre la mesa y se fue a atender a otros clientes.
Nicolás se tomó su helado -sin almendras-, pagó en caja, dijo adiós y se fue de la heladería.
Cuando la camarera se acercó a limpiar la mesa que había ocupado el pequeño Nicolás, le costó tragar saliva al ver, ordenadamente colocados junto al plato vacío, ¡veinticinco centavos!... ¡Su propina!
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En Nicaragua, como en otros lugares, cuando uno tiene grandes deseos de contar cosas a los familiares, amigos colegas...y no hay tiempo, trata de resumir anteponiendo ese "para no hacerte largo el cuento". Pero ni así...
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