Ayer estuvo en Villa Fontana la pequeña Sofía, hija de Juan Carlos, que fuera residente durante cinco años.
Sofía no paró de correr y de hablar durante toda su visita (salvo para el momento de hacerse la foto). Se la veía feliz recorriendo toda la casa, cuarto por cuarto, comiendo y repartiendo los chocolates que le ofrecieron, reconociendo a cada uno de los pececillos de la pecera, saliendo y entrando al jardín, cogiendo el auricular de cada telefonillo, preguntando de todo, saludando y despidiéndose de "Papachú" en el Oratorio, queriendo llegar hasta la cocina, adivinando los personajes de las fotos y cuadros, usando con jabón los lavamanos... Divertidísima...
"Para los niños, las palabras no sirven para explicar, para justificar, para juzgar, sino que son nudos en un hilo, sirven para asegurar que todo permanece en orden...quien no hace nudos pierde el hilo. También en la vida."
Bendiciones para Sofía
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