Grafiti

El mundo está necesitado de caridad, de amor. Mucha gente no es feliz, se engañan.
El camino para ser felices no es otro que la caridad, el cariño, la entrega, el pensar en los demás, el trabajo bien hecho...
Y eso empieza por el hogar. El mundo necesita cada vez más hogares donde se aprenda a querer, a estar a gusto, a estar pendientes unos de otros.
Aprender a amar al mundo.

Por eso me ha parecido siempre muy grato y constructivo el ambiente de las residencias universitarias, en España Colegios Mayores, dirigidas por gentes del Opus Dei.

Es el caso, por ejemplo, del Colegio Mayor Goimendi en la Universidad de Navarra, que se pusieron a organizar un ciclo sobre Arte Urbano.

"El grafiti y el arte, si para algo sirven, es para conocernos mejor. Primero a nosotros mismos y, después, al mundo que nos rodea", afirma Javier Manzanos, del área de cultura del Ayuntamiento de Pamplona, que es quien ha orientado a las residentes de Goimendi en la organización de esta actividad.

Para que la actividad no se limitara a un plano teórico hicieron una performance que tuvo lugar en la explanada de la Facultad de Comunicación.
El espectáculo combinó la pintura de un mural y un baile. "Ellas están ahora en un punto importante de sus vidas, y la chica mirando al horizonte -elemento central de la performance-, con una mochila cargada de experiencias, de conocimientos, viendo hacia donde se va a dirigir, quiere reflejar eso", cuenta Javier.