Hoy hace 25 años -fue el 27 de julio de 1992- que se comenzó la labor estable del Opus Dei en Nicaragua, cuando llegaron a Managua Ricardo, Juancho (en la foto) y el Padre Álvaro.
25 años parecen muchos pero apenas es el comienzo de una siembra que ha de perdurar por siempre.
¿Cómo corresponder a tantas gracias?
Renovando el deseo de encarnar y comunicar fielmente el espíritu del Opus Dei, tal como nos lo transmitió san Josemaría, afianzados en un profundo sentido de nuestra filiación divina en Cristo, y decididos a buscar a Dios en el trabajo profesional y en las circunstancias ordinarias de nuestra vida, para ser sal y luz en el mundo.
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