San Antonio abad, patrón de los animales según la costumbre tradicional.
Patrono de los borricos.
No es infrecuente encontrar imágenes del santo sobre la repisa del hogar de una familia de labriegos, y aun encima de la puerta de un establo, donde quizá una pareja de jumentos esperan la hora del alba para salir a su trabajo.
"Me atrae ese animal paciente y laborioso,
porque el borrico es recio y austero,
porque es humilde.
Pero, sobre todo, porque trabaja:
porque sabe perseverar día tras día dando vueltas a la noria,
sacando el agua que hace florecer el huerto.
El borrico se conforma con todo, hasta con los palos.
Trabaja y trabaja,
y con un puñado de paja o de hierba tiene bastante"
No olvidemos que Jesús se fijó en un borrico para presentarse ante el pueblo que lo aclamaba.
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