En la Residencia de Rincón de Seca conocí a Vicenta Parra, muy cercana a mi madre pues vive también en ese Hogar de Nazaret.
Vicenta es viuda de José Nicolás Almansa, grandísimo artista murciano de Algezares que vivió más de cuarenta años en Guatemala y allí dejó parte de su magnífica y sorprendente obra, como el Retablo de San Francisco el Grande, en la capital de Guatemala, el Retablo de la Iglesia de Belén, el Monumento a la Madre o el Monumento Ecuestre de Santiago Apóstol en la ciudad de Antigua Guatemala.
Cuando Vicenta se enteró que vivía en Centroamérica se emocionó grandemente y aprovechamos buenos ratos de mi breve estancia con ellas para hacer resurgir la añoranza feliz del país de la eterna primavera. ¡Qué bien lo pasamos!
Vicenta me colmó de regalos y recuerdos de su marido: el libro que editó el Museo Universidad de Murcia sobre la extensa obra, óleos, dibujos, esculturas...de José Nicolás, así como los primeros bocetos a lápiz de la urna en madera del Hermano Pedro, un auténtico tesoro que guardaré como lo que es.
Ahora, por estos días, en la sala de estar de Villa Fontana, junto a la Corona de Adviento, el libro del artista para gozo y reflexión de los estudiantes.
"Por lo único que entiendo que he vivido es por el trabajo que he realizado" José Nicolás.
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